Una nómina nueva, pero ¿realmente competitiva?
La salida de referentes como Álvaro Montero, Falcao García y Leonardo Castro marcó el fin de una era en Millonarios, abriendo paso a una renovación con jugadores jóvenes y con ganas, pero sin el recorrido ni el peso de quienes se fueron.
Actualmente, la nómina está valorada en aproximadamente 18 millones de euros, con Juan Pablo Vargas como el jugador más costoso (alrededor de 2 millones), una cifra inferior si se compara con clubes como Atlético Nacional, que supera los 26 millones y cuenta con figuras como Marino Hinestroza o Matheus Uribe, valorados en más de 3,5 millones de euros. Esta diferencia refleja una plantilla que, si bien tiene talento, hoy se asemeja más a la de un equipo de media tabla que a la de un verdadero candidato al título.
A simple vista, no se ven figuras rutilantes ni contrataciones bomba. Sin embargo, en el fútbol colombiano todo puede pasar, y David González sabe lo que es sacar provecho de planteles limitados, como lo hizo en su paso por el DIM.
David González, el gran reto en el banquillo
El técnico antioqueño asume su segundo desafío en la capital. Su estilo de juego se caracteriza por la solidez táctica, pero también por la paciencia en la construcción. ¿Tendrá tiempo y respaldo para implementar su idea en un club como Millonarios, donde la presión siempre es alta?
El exarquero deberá encontrar rápidamente un once competitivo, consolidar una identidad y responder a una hinchada exigente que no se conforma con clasificar: quiere títulos.
¿Cuáles son las aspiraciones de Millonarios en este semestre?
Por ahora, el objetivo inmediato es sumar rápido y no ceder terreno en una liga que no da mucho margen. En el mejor escenario, buscar meterse a los ocho y ser protagonista. Sin embargo, con una nómina corta y sin nombres de peso, pelear el campeonato parece, al menos por ahora, una ilusión lejana.
Todo dependerá del rendimiento colectivo, del liderazgo que pueda surgir en la cancha y de la capacidad de González para potenciar a sus dirigidos.
