🏟️ El regreso del hijo (casi) pródigo

No fueron uno.
Ni fueron dos.
Fueron tres las veces que Juan Fernando Quintero volvió a River Plate.
Tres regresos, tres capítulos, tres señales de que el vínculo entre su zurda y el Monumental está escrito en un idioma que no todos entienden.
Y en el centro de esta historia, Marcelo Gallardo, el técnico que lo moldeó, que lo potenció, que supo tocar la tecla exacta para que Juanfer brille cuando todo parecía dormido.

Porque sí, Juanfer no es jugador para cualquier técnico.
Necesita alguien que lo entienda. Que le dé libertad, pero también estructura.
Y nadie como Gallardo para eso.

💸 Talento que se guía por los verdes

El problema con Quintero no ha sido su calidad.
Eso nunca estuvo en duda.
El problema ha sido que su talento se mueve al ritmo de los billetes.
Donde hay contrato, hay magia. Donde no hay alma, se apaga.

Con Junior, deslumbró apenas llegó… y se fue sin despedida.
Con América, prometió ser bandera… y terminó siendo postal.
Demasiadas veces el 10 pareció estar más atento al número del contrato que al número en la espalda.

Y ahí está el gran “qué lástima” de esta historia.
Porque si su camino hubiese sido menos inestable, menos condicionado por la ambición financiera, tal vez estaríamos hablando de uno de los grandes de su generación.
Un 10 de culto. Un crack con leyenda.

🔴 River, ese refugio futbolero

Pero River siempre fue distinto.
En Núñez, Quintero no es un fichaje: es un poema.
Su zurda no es un recurso: es una liturgia.

Acá fue ídolo.
Acá hizo historia.
Acá metió el gol, el que se grita con eco en Madrid hasta el día de hoy.

Y por eso, su vuelta no sorprende.
Es River quien lo vuelve a llamar. Es Gallardo quien lo vuelve a buscar.
Porque sabe que, con un entorno que lo abrace y un plan que lo entienda, Juanfer puede ser determinante.
Aunque pasen los años. Aunque pasen los clubes.

⚽ ¿Será la vencida?

La pregunta no es si puede volver a brillar.
La pregunta es si quiere.

Porque talento le sobra. Pero compromiso…
eso se ha esfumado más de una vez.

Por eso esta tercera etapa puede ser la definitiva.
El cierre que a veces el fútbol no permite, pero que en este caso, River le vuelve a ofrecer.
Una revancha para todos: para el club, para Gallardo, para el propio Quintero.

📌 Que esta vez se quede.
📌 Que esta vez se entregue.
📌 Que esta vez el fútbol le gane al dinero.

Porque River no merece destellos.
River merece al Juanfer total.